La leyenda del cine italiano, con casi 60 años de carrera y poco más de 60 proyectos cinematográficos respaldan la carrera de Marco Bellocchio, un veterano del cine que marca su vigencia en la industria con “El secuestro del Papa”, su más reciente película. Basada en una historia real, esta cinta es una denuncia abierta a la iglesia católica del siglo XIX y los abusos del Papa Pío IX.
Bellocchio una vez más es fiel a su denuncia de las estructuras del poder, en esta historia entrelaza la lucha de unos padres por recuperar a su hijo en el proceso de unificación italiana, las rebeliones contra el gobierno papal y los desesperados intentos de la iglesia por aferrarse a su poder, estos son los ingredientes de este gran estreno que llegará de manera oficial a todos los cines a partir del 18 de abril gracias a Zima Entertainment.
En 1858, en el barrio judío de Bolonia en Italia, los soldados del Papa irrumpen en la casa de los Mortara para secuestrar a su hijo de siete años, Edgardo, debido a que la niñera de esta familia de 9 hijos lo bautizó en secreto; así, de acuerdo con la ley papal, el pequeño debe recibir una educación católica o ser considerado un apóstata y recibir el castigo de la inquisición. La lucha de los padres para recuperar a su hijo adquiere rápidamente una dimensión política.
Conocido por proyectos como Salto al vacío (1980), Buenos días, noche (2003), El traidor de la mafia (2019) o el documental Marx puede esperar (2021), Bellocchio es un director que ha tenido una relación de amor-odio con la Iglesia. Educado, hace ochenta años, en el seno de una familia católica, su compromiso con la izquierda, el partido comunista y en contra del sistema poderoso, le hizo cuestionar a través de su cine muchos de los dogmas de fe del Vaticano y del Estado italiano.
Una coproducción Italia-Francia-Alemania que fue parte de la Sección Oficial de Cannes 2023 y que remarca el característico estilo contestatario del también guionista italiano al abordar temas controversiales como el antisemitismo, los abusos eclesiásticos, el adoctrinamiento infantil y la imposición de los dogmas del Vaticano.
Estéticamente esta película es un fresco barroco en el que se mezclan lo íntimo y lo político, lo dramático y lo imaginario: las caricaturas que cobran vida ante los ojos del Papa Pío IX (Paolo Pierobon), el traslado nocturno de Jesús de su cruz y la truculenta escena en la que el pontífice se imagina en la cama, rodeado de rabinos dispuestos a circuncidarlo en represalia. En 134 minutos se muestra la dicotomía de la figura pontificia y sus matices que oscilan entre la benevolencia hasta la humillación o la sumisión.
Contundente y sin tapujos, está película es estelarizada por un respetado elenco italiano conformado por Barbara Ronchi (Ya era hora, 2022) como la joven madre Marianna Padovani, Fausto Russo Alesi (Exterior noche, 2022) como el padre de familia Momolo Mortara y la dupla encargada de interpretar a Edgardo Mortara en la infancia y adolescencia conformada por el actor infantil Enea Sala, en su debut en el cine, y Leonardo Maltese (El caso Braibanti, 2022).
