El pasado sábado 12 de marzo, durante la popular noche colonial de la Universidad La Salle, se presentó el grupo Matisse. Un grupo pop-fulk mexicano que ha adquirido bastante popularidad. El grupo tuvo sus inicios teniendo colaboraciones y abriendo los conciertos del dueto musical Ha*ash. Conformado por 3 nuevos talentos, este grupo está caracterizado por la autenticidad de su sonido y la profundidad de sus letras.
Aunque se debe de aplaudir al servicio de intendencia por mantener los baños habitables en todo momento a pesar del a pesar del constante flujo de personas. La Universidad La Salle, como anfitrión, deja mucho que desear debido al trato rudo, mal educado y poco cortés del personal en general. La falta de organización y de señalización adecuada del evento. Por dar un ejemplo hubo mucha confusión en la entrada sobre donde se compran los boletos ya que es en otro edificio y no hay ningún letrero que lo indique. Pero si hay una mujer que te grite con un megáfono, si te llegas a equivocar.
Lo peor del evento fue la excesiva demora del grupo. A pesar que se desconozca la razón, el presentador del evento siempre decía que la próxima banda en tocar seria Matisse, en vez de decir desde el principio que había un retraso. Ya que por más de dos horas y media se presentaron más y más estudiantinas y hasta otro grupo. Durante toda esta espera se dejó al público con la incertidumbre si realmente el próximo grupo en aparecer seria Matisse. La sensación general de descontento creció paulatinamente debido a la espera y que el anfitrión le decía al público los mismos datos curiosos sobre la estudiantina de La Salle una y otra vez. Pidiéndole al final todos los espectadores que se callara.
Pero después de la prolongada espera aprecio el grupo Matisse. Disculpándose de una muy buena manera con su público que, en su mayoría, solo había esperado por ellos durante ese tiempo. Matisse deleito a todos los espectadores con canciones como “A olvidarte”, “Por última vez”, “Vete, vete” entre otras. Escuchar al grupo en vivo es una experiencia completamente diferente a escucharlos a través de unos audífonos. La espera de verdad valió la pena ya que su sonido es verdaderamente excepcional envolviendo al auditorio en una agradable sentimiento lleno de nostalgia y alegría.
By Alexander Holsey