El mezcal y Mayahuel
Cuenta la leyenda que Quetzalcoatl vivía enamorado de Mayahuel, una hermosa diosa jóven a quien se la trae a la tierra para hacer realidad sus instintos sicalípticos. Pero cuando la abuela de Mayahuel se da cuenta de lo sucedido, vino a buscarla muy enojada, los dos sicalípticos: Quetzalcóatl y Mayahuel se transfoman en las ramas de un árbol, pero la abuela descubre a Mayahuel y la corta en trozos.
Cuando la abuela se va, Quetzalcóatl entierra los trozos de Mayahuel en la tierra y es ahí donde nace el maguey como regalo de los dioses para el hombre. Sus pencas en forma de roseta captan la energía del sol y la luna y por sus raíces la energía de la tierra, acumulando así la energía del cosmos.
Quien toma o besa el mezcal absorbe esa energía cosmica y recibe el espíritu de Mayahuel, Diosa de la alegría, fertilidad, adulterio y sensualidad, acompañándolo en los caminos de la Diosa Tlazolteótl, sicalíptica por excelencia, ya que es la diosa de la lujuria, carnalidad y deseo.
Cada trago de Mezcal Sicalíptico es un sorbo del cosmos y por sus propiedades, el consumirlo con la cosmovisión de la Diosa Mayahuel y su energía acumulada en los años de maduración, nos resulta la bebida por excelencia para una experiencia por demás sicalíptica, sensual y llena de pasiones legendarias.
Mezcal Sicalíptico, el espíritu de Mayahuel a un sorbo.
