¿Cumplimos o realmente cuidamos a nuestra gente?
Esa es la pregunta que muchas empresas en México deberían hacerse al abordar la NOM-035, una norma que, bien entendida, puede ser mucho más que un requisito legal: es una oportunidad para evolucionar hacia culturas organizacionales más humanas, más saludables y, sí, también más productivas.
¿Qué es la NOM-035?
La Norma Oficial Mexicana NOM-035-STPS-2018 establece los lineamientos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial en el trabajo.
Entró en vigor en octubre de 2019 y aplica a todas las empresas que operan en territorio nacional.
¿A qué se refiere con factores de riesgo psicosocial? Hablamos de situaciones como jornadas excesivas, ambientes laborales tóxicos, acoso, cargas de trabajo desproporcionadas, falta de control sobre las tareas o ausencia de reconocimiento.
Todo aquello que afecta la salud mental, emocional y física de quienes integran una organización.
Aunque su importancia es evidente, en muchas empresas la NOM-035 se ha tratado como un trámite más: encuestas, registros, listas de verificación.
Pero el espíritu de la norma va mucho más allá: se trata de impulsar ambientes de trabajo más humanos y sostenibles.
Del riesgo al bienestar genuino
Cumplir por obligación es solo el punto de partida.
Transformar la cultura para cuidar realmente a las personas es la verdadera oportunidad.
Las empresas que entienden esto no se quedan en la superficie: trabajan activamente para crear ambientes donde el personal se sienta valorado, escuchado y respetado.
Pasan de una lógica de “minimizar riesgos” a una de “maximizar bienestar”.
Este cambio de enfoque no es solo ético, sino también estratégico.
Las personas no son "recursos"
Vale la pena reflexionar: ¿qué mensaje transmite el término "recursos humanos"?
Habla de personas como si fueran insumos o engranajes de una maquinaria. Y no lo son.
Son seres humanos con aspiraciones, emociones y un profundo deseo de significado y pertenencia en su trabajo.
Reconocer esta dimensión es clave para construir culturas auténticamente humanas.
Cada vez más organizaciones están evolucionando su lenguaje y sus prácticas en esta dirección.
¿Y los resultados? Sí, también mejoran
Más allá de lo ético, cuidar genuinamente a las personas tiene un impacto directo en los resultados del negocio.
Y esto está ampliamente documentado:
- Según Gallup, las empresas con altos niveles de compromiso logran 21% más rentabilidad y 17% más productividad.
- La American Psychological Association señala que culturas de bienestar reducen el ausentismo en 41% y mejoran sustancialmente el desempeño.
- Un análisis de Harvard Business Review reporta un retorno de inversión de entre $3 y $6 USD por cada dólar invertido en programas de bienestar.
En México, algunas empresas están marcando el camino:
- Cemex México ha sido reconocida por sus programas de salud integral, con impactos positivos en productividad y seguridad.
- Grupo Bimbo ha desarrollado programas de bienestar emocional y salud física que fortalecen el clima organizacional.
- BBVA México ha apostado por estrategias de bienestar mental y flexibilidad laboral, con mejoras en satisfacción y desempeño.
A nivel global, casos como SAP, Google o Salesforce muestran cómo una cultura centrada en las personas potencia la innovación, la retención de talento y el desempeño.
El mensaje es claro: cuidar a las personas no es un costo, es una inversión inteligente.
Cultura organizacional como ventaja competitiva
Hoy más que nunca, las nuevas generaciones valoran entornos de trabajo donde el bienestar y el propósito sean prioridad.
Por ello, construir una cultura organizacional humana es también una ventaja competitiva:
- Atrae mejor talento.
- Reduce la rotación.
- Mejora la reputación de la empresa.
- Fomenta la innovación y la colaboración.
- Refuerza la resiliencia organizacional.
En un mundo cambiante e incierto, el bienestar emocional y psicológico se vuelve un pilar para la sostenibilidad empresarial.
¿Cómo empezar?
Si queremos que la NOM-035 sea un motor de transformación cultural (y no un mero trámite), aquí algunas claves prácticas:
✅ Diagnóstico honesto del clima laboral. No solo encuestas: escuchar realmente cómo se sienten las personas.
✅ Formación en liderazgo empático. Los líderes son claves para crear ambientes de confianza y respeto.
✅ Comunicación abierta. Fomentar espacios seguros para la retroalimentación.
✅ Programas integrales de bienestar. Salud mental, física y emocional, con sentido de propósito.
✅ Evolucionar lenguaje y prácticas. Pasar de “recursos humanos” a culturas verdaderamente centradas en las personas.
De la obligación a la oportunidad
La NOM-035 puede verse como una carga regulatoria… o como una oportunidad para impulsar culturas organizacionales más humanas, más saludables y más competitivas.
Cada empresa puede decidir:
Cumplir con lo mínimo, o construir un entorno donde las personas prosperen… y, con ellas, también el negocio.
En última instancia, se trata de visión: ¿Qué tipo de empresa queremos ser? ¿Una que apenas cumpla... o una que realmente cuide, valore e inspire a su gente?
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