Sadomasoquismo
Son dos prácticas que están dentro del ámbito del BDSM. Una se refiere al Sadismo y la otra al Masoquismo.
Pero empecemos por ver qué es cada una de estas prácticas:
Sadismo: El término proviene del famoso escritor y filósofo, Donatien Alphonse François de Sade, Marqués de Sade, quien en sus escritos describía parafilias, perversiones, y escenas de violencia. En el BDSM se considera la parte activa. Es el hecho de encontrar placer sexual al hacer daño a otra persona, hacer sentir dolor y/o humillación.
Masoquismo: El escritor Leopold von Sacher-Masoch le da el nombre al término masoquismo, ya que en sus obras describía ciertos gustos particulares en sus personajes. En el BDSM se considera la parte pasiva. Es cuando a una persona le resulta gratificante sexualmente que la humillen, la dominen y/o la lastimen, física y psicológicamente.
Sadomasoquismo: Refiere a cuando una persona está dentro de los dos aspectos. Se le llama ser “switch” porque a la persona le resulta sexualmente satisfactorio estar en los dos papeles; pueden pasar de la pasividad a la actividad
Es importante recalcar que todo esto se hace bajo consenso de las dos partes. Si esto no sucediera sería violencia y maltrato. Las dos personas deben disfrutar al realizar estas prácticas.
Todo tiene que estar previamente hablado y acordado en cuanto a los límites que tiene cada quién, y que sea sexualmente sano para los dos.
Se debe tener mucho cuidado de ejercer el sadismo y el masoquismo. En caso del primero porque puede haber pequeños errores que puedan causar graves accidentes. Nunca se debe dejar a la otra persona sin supervisión, se tiene que estar preguntando cada determinado tiempo si a la otra persona le está gustando lo que estamos haciendo (tampoco se trata de preguntar cada cinco minutos, por eso se habla previamente para saber hasta dónde se puede llegar).
Y en el caso de la segunda los masoquistas pueden dejar que sucedan las cosas hasta que haya algún daño. O que estén pidiendo más golpes y más humillación cuando ya no sería sano y seguro para ellos. Por ejemplo, una persona que está disfrutando mucho de su sesión de azotes y no sepa decir cuando baste para no lastimarse más, es aquí donde entraría la parte dominante para saber y estar consiente de hasta dónde puede soportar su pareja.
Para comenzar a practicarlo se pueden hacer sesiones pequeñas con objetos caseros, pinzas de ropa para los pezones, cinturones, cepillos.
Ésta práctica se da entre dos personas con un lazo afectivo, donde una cuida de la otra para mantener a salvo su integridad. Como se hacen acuerdos y lazos muy fuertes, no es recomendable hacerlo con alguien de intercambio. Porque realmente no sabes cómo es esa persona o si su manera de jugar es compatible con la tuya.